Algún tiempo atrás, los guerreros caminaban orgullosos mostrando sus cicatrices. Cada una significaba una batalla, un encuentro con la muerte del que sólo él pudo escapar.

A pesar de que no quedan "guerreros", aún hoy mucha gente camina por la calle mostrando orgullosa sus cicatrices. Inclusive, algunos están tan orgullosos, que las publican en Internet.

Al ingresar a "Scarmageddon" y encontrarse con esta pierna, seguramente pensará que se trata de un sitio dedicado al famoso monstruo creado por el Doctor Frankenstein.

Lo cierto es que a ese pobre hombre se le incrustó una rama en la pierna, dejando a la vista todo huesos, fibras musculares, tendones, etc.

Algo similar le sucedió a este joven motoquero que fue arrollado por una señora de 90 años que manejaba un Ford Taurus. Por suerte logró salir vivo del incidente, aunque su pierna no volverá a ser la misma de antes.

Si bien estas cicatrices pueden causar cierta impresión, imagínese qué pasaría si, al saludar a alguien, le extiende esta mano, o peor aún, si luego de saludarlo, se da vuelta y usted le ve la nuca.

Tras encuentros de este tipo, no sería nada raro que usted comience a tener pesadillas. Alguien que intenta cortarle el talón, o bien amputarle la cabeza para insertarla en otro cuerpo.

Por suerte, al despertar, la tranquilidad volverá a su vida. Salvo que, al agacharse a buscar algo, le pase lo mismo que a este joven recién operado de apendicitis, a quien se le abrió la cicatriz, por donde comenzaron a escaparse metros y metros de su intestino delgado.

Si el morbo aún no ha sido suficiente, podrá encontrar más cicatrices, cortes y heridas en "Scarmaggedon".